La Navidad es la época del año donde las comidas familiares y los reencuentros son los protagonistas, por lo que deseamos tener una boca sana y una sonrisa perfecta. Sin embargo, en ocasiones puede aparecer algún dolor indeseado, manchas, o cualquier otro síntoma que afecte a nuestra boca. Hay que prestarles atención y no restarles …
La Navidad es la época del año donde las comidas familiares y los reencuentros son los protagonistas, por lo que deseamos tener una boca sana y una sonrisa perfecta. Sin embargo, en ocasiones puede aparecer algún dolor indeseado, manchas, o cualquier otro síntoma que afecte a nuestra boca. Hay que prestarles atención y no restarles importancia, ya que algunos pueden desembocar en un problema mayor.
Una de las enfermedades bucodentales más frecuentes es el sarro. Pero, ¿sabemos lo suficiente sobre ella?
¿Qué es el sarro?
El sarro, también conocido como cálculo dental o tártaro, es el resultado de la mineralización de la placa bacteriana sobre los dientes. Suele acumularse entre los dientes y las encías creando así dolor e irritación en estas.
Además de ser un problema para tu salud bucodental, a veces el sarro resulta un complejo estético para el paciente. La placa es invisible, pero con el paso del tiempo, si no se elimina, puede llegar a coger un tono marrón o amarillo que no se evita sólo con el cepillado.
¿Cómo detectarlo?
Padecer sarro y no curarlo aumenta las probabilidades de sufrir otras enfermedades como la caries, la halitosis o la gingivitis, por lo que es importante saber reconocerlo y acudir enseguida al dentista.
A diferencia de la placa que es una película incolora, el sarro es una formación de minerales fácilmente visible, especialmente en la línea de las encías y en la parte interior de los dientes. Por ello, la señal más clara será detectar un color marrón o amarillento en las partes de la boca que hemos mencionado anteriormente. Aun así, debemos acudir al dentista para que lo identifique y realice el tratamiento adecuado.
¿Es difícil curarlo?
Afortunadamente no. Tu dentista realizará una limpieza bucal profunda para eliminar la placa y las manchas producidas. Si la infección ha producido otros daños, puede que necesites un curetaje u otros tratamientos que el especialista determinará, pero hablamos de casos mayores.
¿Se puede prevenir?
Una rutina de higiene bucodental adecuada puede salvarnos de dolores y enfermedades en un futuro. Sigue los siguientes consejos y dile adiós al sarro:
- Cepilla tus dientes dos veces al día como mínimo e insiste en las zonas de difícil acceso pero en las que pueden quedar restos de comida acumulados. Puedes complementarlo con el uso de un colutorio.
- Hilo dental, tu mejor aliado: es el elemento más útil para limpiar aquellas pequeñas zonas donde el cepillo no ha llegado o o no ha sido todo lo eficaz que creemos.
Visita al dentista frecuentemente: olvida acudir a tu dentista una vez cada dos años. Hacerlo periódicamente, una vez cada seis meses, puede diagnosticar alguna enfermedad o prevenirnos de ella.
Teniendo en cuenta todos estos consejos podrás evitar la aparición del sarro. Sin embargo, hay personas propensas a sufrir esta enfermedad. Si es tu caso, acude al dentista para tratarlo a tiempo y prevenir problemas más graves.