Parecía que no iba a llegar nunca, pero, ¡VOILÁ! Ya está aquí. El verano ha llegado para quedarse, y seguro que nos deparará muchas cosas buenas, como el comienzo de las tardes con amigos, el buen tiempo, la manga corta y desconectar de la rutina que venimos acumulando de todo el año, y no cualquier …
Parecía que no iba a llegar nunca, pero, ¡VOILÁ! Ya está aquí.
El verano ha llegado para quedarse, y seguro que nos deparará muchas cosas buenas, como el comienzo de las tardes con amigos, el buen tiempo, la manga corta y desconectar de la rutina que venimos acumulando de todo el año, y no cualquier año, sino uno de los más complicados por la crisis del covid19 que todos hemos padecido.
Pero, entre tantas emociones, planes improvisados y no tan improvisados, nuestra salud bucodental ocupa un segundo puesto, en el mejor de los casos. Y es que, creemos que si pasamos muchas horas fuera de casa, la higiene dental debe acoplarse a las horas restantes, no siendo una prioridad, o incluso olvidándonos de ella: ¡ERROR!
Es por ello que en verano solemos descuidar un poco más nuestra salud dental, aunque ésta no debería tomarse ni un solo día de vacaciones, ya que las bacterias no lo hacen. El resultado podría ser desde la aparición de caries y sarro, hasta un comienzo de señales de gingivitis.
Desde nuestra clínica dental en Granada Finedent, queremos darte una serie de recomendaciones y consejos prácticos y sencillos para que estar fuera de casa en verano y mantener una buena higiene puedan ser completamente compatibles.
¿No nos crees? Sigue leyendo un poco más. Es muy sencillo:
- Revisa tus dientes antes de marcharte de vacaciones; así podríamos detectar signos visibles como por ejemplo, caries, a tiempo. Y además prevenir un dolor mayor o un problema dental más serio y molesto que te impida descansar y desconectar como mereces.
- Lleva siempre contigo un cepillo dental de viaje o bolsillo con pasta dental. Prepara un neceser con estos complementos, están disponibles en versión viajero para que ocupen menos y sean ligeros. De este modo podrás cepillar tus dientes en cualquier momento, aunque no estés en casa.
- Comer manzana después de las comidas podría ayudar. Morder la manzana hace el ejercicio de limpieza bucal, retirando de manera indirecta aquellos restos de comida que posteriormente podrían comenzar a formar la placa bacteriana.
- Toma bastante agua. Evita bebidas azucaradas y gaseosas, más aún si no vas a poder cepillarte los dientes a posteriori. De este modo, evitamos la erosión dental provocada por los azucares.
- Di adiós al alcohol y al tabaco. En caso de preferir no dejar estos malos hábitos, encárgate personalmente de moderar su consumo, de manera que no seamos tan vulnerables a las enfermedades bucodentales y otras muchas más.
- Las piscinas favorecen la acumulación de sarro. ¿Pero cómo es posible? Al bañarnos en las piscinas, tragamos involuntariamente agua o está en contacto con nuestros dientes de manera directa incluso al nadar, pudiendo causar manchas e inflamación en las encías.
A priori parecen muchas cuestiones a tener en cuenta, y muy difíciles de llevar a cabo. Sin embargo, coger el hábito y la rutina para tener una buena higiene dental fuera de casa, es sencillo y posible. Sólo tienes que seguir estos consejos en tu día a día.
Aunque, ¿sabes un secreto?: muchas de estas cuestiones ya las haces sin darte cuenta y con un fin que nada tiene que ver con la higiene bucal. Como beber mucha agua en lugar de bebidas gaseosas por cuestiones dietéticas o hidratación, dejar de fumar o reducir el consumo por tu salud cardiovascular, o incluso revisar tus dientes cada mañana después del cepillado para comprobar que están limpios.
¡Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia!