Miedo al dentista: Odontofobia

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El temor grave de ir a la consulta del dentista y tener que someterse a un procedimiento dental se le conoce como odontofobia. Y es real, según el Libro Blanco sobre la Salud Bucodental en España, es una de las principales razones por la que los españoles no acuden a las revisiones del dentista. En …

El temor grave de ir a la consulta del dentista y tener que someterse a un procedimiento dental se le conoce como odontofobia. Y es real, según el Libro Blanco sobre la Salud Bucodental en España, es una de las principales razones por la que los españoles no acuden a las revisiones del dentista.

En ocasiones, el miedo al dentista es provocado por experiencias directas que le suceden a la persona, pero también pueden producirse por experiencias indirectas tales como las historias malas o traumáticas de un amigo o familiar. Es cierto que ir al dentista no resulta agradable para nadie, pero debemos distinguir entre ansiedad y fobia.

La ansiedad es cuando sentimos cierta intranquilidad y algo de miedo. Sin embargo, la fobia es un miedo irreprimible, el cual impide que la persona vaya al dentista durante mucho tiempo. Cuando esto sucede, se corre el riego de padecer enfermedades bucodentales de gravedad.

La consulta del dentista no es tan mala como imaginas o recuerdas. Las revisiones son totalmente indoloras, es decir, no originan ningún tipo de daño. Solo se llevan a cabo para hacer un examen de la boca y prevenir futuras afecciones.

En cuanto al resto de procedimientos dentales, hay que subrayar que se se suelen hacer, en su mayoría, con anestesia. Otra buena noticia es que el ‘olor a dentista’ ya no es lo que era y ha ido desapareciendo de los gabinetes y consultas. Sin olvidar que las agujas son cada vez más finas y de tamaño más reducido.

Hay que intentar convertir la visita al dentista en una costumbre o hábito, ya que, de ese modo, al transformarse en una rutina, se nos hace mucho más fácil de afrontar. No retrases acudir a las revisiones periódicas, pues nos pueden evitar males mayores. Visitar al doctor cuando ya tenemos molestias es mucho peor, el proceso pasa a ser más doloroso y costoso. Otras pautas pueden ser:

Encontrar tu dentista indicado.

Buscar un especialista que te genere confianza y con el que te sientes cómodo y seguro es esencial. Así, podrás transmitirle tus dudas, miedos e inquietudes.

Realiza ejercicios de relajación.

No debes de utilizar productos o alimentos excitantes. Debes de ir lo más relajado posible, por eso acuéstate temprano el día antes de ir a la consulta, llega un poco antes a la cita, respira profundamente, escucha música, etcétera.

Pregunta por la sedación consciente.

Puedes preguntar a tu dentista por este método, es una técnica intravenosa y no tiene efectos secundarios.

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